La creencia de muchas generaciones de que la educación es progreso
se debilita por la crisis o el desempleo y ante la falta de expectativas
muchos jóvenes desertan de la escuela y rechazan el trabajo precario o mal remunerado.
Porque ni trabajan ni estudian, se llaman la "Generación NiNi"

domingo, 5 de diciembre de 2010

NiNis

El reciente fenómeno de los ninis (jóvenes que ni estudian ni trabajan) ha sido tema de discusión entre gobernantes, profesionales de la educación, administrativos y la sociedad mexicana en general, ya que aparte de no tener precisión en los factores que generan dicho fenómeno ni las posibles estrategias de solución, no hay claridad en la cifra de jóvenes que forman parte de ello, por la falta de esclarecimiento en sus características.

Durante Agosto del año en curso, el rector de la UNAM, José Narro Robles, afirmó que en México hay aproximadamente 7.3 millones de ninis, mientras que el gobierno anunció que de acuerdo a los datos recabados por el INEGI en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2009 sólo hay 285, 000 jóvenes en esta situación. Ante tal incongruencia, la secretaría de Gobernación argumenta que hablar de cantidades es impreciso pues hay quienes incluyen a personas que no deberían ser consideradas como ninis, por ejemplo aquellos jóvenes que realizan trabajo doméstico en su hogar, que en cuyo caso aunque no perciben un sueldo tampoco están sin hacer algo de utilidad.

Cabe destacar que de entre aquellos que realizan tareas domésticas la mayoría corresponde a mujeres, y sus actividades lejos de ser menospreciadas no pueden ser consideradas motivo suficiente para justificar su enajenación al mundo laboral (remunerado) o al sector estudiantil, ¿cuántos no-ninis realizamos tareas domésticas independientemente de nuestras ocupaciones? Por lo que en lo particular respondemos que las razones que da el Gobierno para “no sobreestimar” la cifra no es válida, y es que es precisamente el rector de la máxima casa de estudios quien tiene cercanía a cifras más próximas a la magnitud real, pues contempla el registro de estudiantes que de manera semestral y anual realizan exámenes de admisión al nivel educativo medio y superior, contemplando con ello a los aspirantes rechazados (posibles ninis, entre otros jóvenes no contemplados). Sin embargo, a esta cuestión se agrega otro factor importante: la edad.

¿Alguien de más de 30 años de edad sin trabajo y con estudios inconclusos no podría ser considerado como nini sólo por estar fuera de la edad estudiantil promedio? o dicho de otra manera ¿el fenómeno sólo está hecho a la medida de los jóvenes? La respuesta, consideramos, podrá estar en función de la independencia económica con la que se viva y no de la edad misma, pues una de las principales características de la generación nini es la dependencia monetaria que tienen de sus padres (principalmente).

Aunque la edad podría establecer un parámetro de conceptualización, el fin no es la mera “clasificación” de un nini, sino el conocer qué circunstancias prevalecen y cuáles podrían ser modificadas para cambiar la realidad del fenómeno. Sin embargo, aunque nos parece relativo el factor de la juventud, para no generar confusiones con nuestra propia postura, en el presente blog consideraremos a los ninis como lo hacen la mayoría de las otras fuentes de consulta: jóvenes que ni estudian ni trabajan, con un rango de edad promedio de 13 a 29 años y con dependencia económica de otros (generalmente padres), a lo que especificamos que no importa que realicen o no tareas domésticas.

[Muy posiblemente ante la visión del Gobierno, es menos enorgullecedor tener a jóvenes no productivos y propensos a formar parte de la delincuencia que a personas dentro del mundo laboral que independientemente de que cumplan o no con sus funciones, tienen un lugar “productivo”.]

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